Chucherías y carrañacas.
El puesto que nos ofrece esta imagen es socialmente de ínfima calidad. La vendedora es mujer de edad media, con aspecto de escasos recursos económicos, que ofrece un poco de todo, es como un minibazar para niños y pobres.
Dentro de lo que vende, aparecen juguetillos modestos como los de rueda dentada de carrañaca, muñequillos, chucherías, etc.
Se distingue muy bien en el lado izquierdo, casi contactando con el brazo derecho de la kioskera, una jarrita metálica que usaba para vender agua a sedientos, así como frutos secos, cucuruchos de papel y una palangana con altramuces.
El lugar, por el escaso marco, es dificilmente reconocible, siendo la fotografia de 1928.