La restauración, adecentamiento y conservación de las murallas almorávides, es muy reciente, desde mediados de los años ochenta.
Durante casi todo el siglo XX y gran parte de las centurias anteriores, las murallas estuvieron abandonadas hasta extremos increíbles de falta de respeto a la historia.
En esta ocasión, el hoy de Sevilla es inmejorable, mientras que el ayer denuncia una penosa falta de sensibilidad cultural.