Una idea francesa y un agravio sevillano.
En la misma zona donde se registró esta fotografia en 1928 estuvo, desde el siglo XVI, el convento de monjas agustinas recoletas llamado de la Encarnación.
Ya en 1611 se elevará en las inmediaciones el lujoso teatro del Coliseo, que se rememora hoy día en una de las calles adyacentes.
Fue en 1719 cuando el Asistente de Felipe V, Manuel Torres, mandó instalar la anónima fuente en la plaza del convento.
El mercado en sí fue idea de los franceses durante su ocupación, que derribaron lo existente según proyecto del intendente galo Meyer, en 1811.
Nueve años más tarde, en 1820, el Asistente de Fernando VII, José Antonio Blanco, inicia las obras del Mercado, que se concluirán en 1836 con la instalación de una verja.
En 1949 se hicieron obras de remodelación delimitándose una nueva plaza frente a la calle Puente y Pellón, donde continúa la fuente.
En 1973 se derriba el Mercado, a la par que se abren unas instalaciones provisionales que aún siguen vigentes.
Cuando se toma esta imagen, faltan aún 21 años para su remodelación y la fuente está en el centro del mercado.
El ambiente era intenso, como puede verse, no faltando siquiera un guardia civil.