El principal abastecimiento de agua a Sevilla fueron los Caños de Carmona que, proveniente de Alcalá de los Panaderos, entraban por la Puerta de Carmona; de ahí su nombre .
Como de casi todos los grandes monumentos sevillanos los historiadores disputan su autoría entre romanos y musulmanes.
El historiador Ibn-Abdel-l-Halìn revela que en tiempos de Jusef Abù Jacub, 1172, se trajeron las aguas desde el Castillo de Djebir -Alcalà de Guadaira-con depósitos y canalizacione.
Morgado señala que su manantial era "tan grueso como el cuerpo de un buey"; un paso subterráneo llevaba el agua a las aceñas celebres; en Torreblanca seguía ya el camino de Carmona hasta la Cruz del Campo donde comenzaba el acueducto.
A través de sus mas de 420 arcadas llegaba a la Puerta de Carmona; donde estaba la cisterna que la distribuía por la ciudad.