Sus orígenes son inciertos , aunque parece ser que se trata de una de las corporaciones mas antiguas de la ciudad. Probablemente fundada en el siglo XVI en la Iglesia de San Benito de la Calzada, pronto se trasladaría a la de Santa Catalina, donde permanece, adquirida en 1702 la capilla de la Encarnación, que había pertenecido a la familia Torquemada.
El Cristo pudo ser de la Escuela de Pedro Roldan, asimismo la Virgen es también de finales del siglo XVII de autor desconocido.
En 1902 se reorganiza la hermandad, reformando los pasos y dándole el aspecto actual.
Nunca fue con cuatro caballos encima del paso sino, que lo escotaban cuatro jinetes ataviados a la usanza romana.
En 1751 el Obispo coadministrador, Solís, protagonizó un duro enfrentamiento con el Conde de Mejorada al haberse ordenado a la hermandad variar la tradicional ruta de salida de la Catedral, en la que hubo excomuniones en medio de la procesión y apelaciones a la Real audiencia.