Es una torre formada por tres cuerpos. En sus inicios, presentaba solo un cuerpo, el primero y principal es un polígono de doce lados que mide de ancho 15,20 metros, al que se le unió los otros dos cuerpos muy posteriormente. En su interior se alojan tres pisos y un sótano que fue rellenado como cimentación en 1760, para evitar los efectos destructivos del Terremoto de Lisboa de 1755. La comunicación entre pisos se realiza con una escalera con forma hexagonal que continúa, una vez acabado el tercer piso, para convertirse en el segundo cuerpo, pero esta vez en forma dodecagonal.
La torre se comenzó a construir en 1220 y fue terminada el 24 de febrero de 1221. En cuanto al segundo cuerpo, el estudio arqueológico y artístico ha demostrado que fue mandado construir por Pedro I el cruel a mediados del siglo XIV. Por último el cuerpo superior, cilíndrico y rematado en cúpula dorada, fue construido en 1760 por el ingeniero militar Sebastián Van der Borcht tras el terremoto de Lisboa de 1755.
Fue declarada monumento histórico-artístico en 1931 y ha sido restaurada varias veces. En la Edad Contemporánea fue restaurada en 1900, entre 1991 y 1992, en 1995 y en 2005. En su conservación ha sido importante la labor de la Armada. Se encuentra en buen estado de conservación y alberga el Museo Naval de Sevilla.
Se sitúa en el casco histórico de la ciudad hispalense, en el barrio del Arenal, en la misma zona de la plaza de toros de la Maestranza, la Torre de la Plata o las Atarazanas y en la orilla de enfrente se encuentra el Barrio de Triana.
Historia
Se construyó en el año 617 de la Hégira. Esto es en nuestro calendario los años 1220 y 1221. Con su construcción se dio por completado el sistema defensivo de la ciudad almohade y fue el punto más importante, ya que defendía al puerto. Cerraba el paso al Arenal mediante un tramo de muralla que la unía con la Torre de la Plata y a través de la actual calle Santander con la Torre de Abd el Aziz o Torre de Santo Tomás, y de allí al Alcázar. Formando parte de las murallas de Sevilla que defendían la ciudad y el Real Alcázar.
Su nombre en árabe era Bury al-Dahab o Borg al Azahar. Tras la restauración de 2005 se atribuyó a una apariencia dorada dada por una mezcla de mortero de cal y paja prensada que la recubría.
En cuanto a la cimentación de la torre, esta consiste en una losa de hormigón de cal con un espesor de unos 5 m. (desde la cota +3m. a la cota -2m.). Dicha cimentación se apoya sobre un terreno blando, pues es una zona aluvial muy cercana al propio río por lo que en su cimentación se añadió madera de pino para darle mayor consistencia. Además de estos 5 metros de cimentación iniciales, en 1760 tras las obras de restauración efectuadas por los desperfectos que ocasionó el llamado terremoto de Lisboa, se macizó como cimentación la planta baja de la torre, lo que supone un aumento de 6 metros. Por ello, actualmente la Torre del Oro cuenta con unos 11 metros de cimentación.
En 1248, para tomar la ciudad, los barcos castellanos debieron romper el puente de barcas que unía la orilla de Sevilla y la de Triana. Sin embargo, el historiador del siglo XVII Diego Ortiz de Zúñiga dice que junto a la Torre del Oro, antes de remontar hasta el citado puente, había "una gran cadena de maderos eslabonados con argollas de hierro" que iban de la Torre del Oro a un "murallón" que había en la orilla opuesta del que "todavía se conservan cimientos". Y que, aunque de esa gran cadena no se habla en la Crónica de Alfonso X, "es menester creerlo de antiguas memorias en que se refiere". Hoy sabemos que es una simple leyenda y no realidad.