En esta plaza se encontraban los bares y restaurantes de «Las Siete Puertas» y «Casa Morillo», como establecimientos emblemáticos de la noche Sevillana, además de varias tabernas muy populares y una de las freiduría y pescadería de «La Gallega».

Lugares donde nunca faltaban mujeres de alterne. Desde esa zona , se entraba el la Alameda por las calles Barco, Joaquín Costa, Niño Perdido, Vulcano, Belén o la Plaza de la Mata.

Una zona con numerosas casas muy conocidas por sus inquilinas, en un ambiente hoy irrepetible y, desde luego, infinitamente más pudoroso que ahora. La Imagen antigua, insólita, entrañable, curiosa, fue captada a finales del siglo XIX.