El ferrocarril llego a Sevilla mediado el siglo XIX, después de innumerables polémicas administrativas.
La primera línea fue Sevilla-Córdoba (1859); la segunda llegó a Jerez y Cádiz (1860); la tercera, fue hasta Alcalá de Guadaira (1872), para facilitar la llegada del pan; la cuarta, hizo el trayecto hasta Huelva (1880), y la quinta y ultima fue la línea Sevilla-Mérida (1885).
La estación de Cádiz, que vemos en una imagen de los años diez, fue construida en 1902 para la compañía de Ferrocarriles Andaluces por el ingeniero Agustín L. de Juberd, y se mantiene en buen estado de conservación.