La imagen recoge el final de la calle Betis por el lado de los Remedios, cuando esta zona todavía era uno de "los cuatro puntalitos que sostienen a Triana" según reza un antiguo cante por soleá.
En esa época solo existía el puente de Triana como único acceso a pie, por lo que desde aquí a la otra orilla había de pasarse en unas pequeñas barquillas, casi siempre frecuentadas por las cigarreras que iban y venían de Triana a la fábrica.
Ahora, las construcciones y reordenación de los Remedios ha trastrocado toda la zona, invadiendo Triana. El nuevo barrio, asentamiento de una clase social de más alto nivel adquisitivo, ha sido citado en alguna exposición internacional como modelo negativo de urbanismo, pese a lo cúal, sigue su descomunal crecida amenazando la integridad de este antiguo y popular barrio del otro lado del río.