Controles en el Pumarejo.
Los primeros días del Movimiento Nacional en Sevilla, pasados los momentos de confusión, fueron objeto de un control férreo de los diferentes estamentos comerciales, públicos y privados, de toda la ciudad.
Se revisaron qué comercios e industrias podrían seguir autorizados a continuar abiertos. Algunos barrios, como el de San Luis o el del Pumarejo, fueron objeto de estricto informe.
El día 2 de agosto de 1936, la censura permitirá que pueda continuar con sus actividades de bar el establecimiento del Pumarejo llamado Bar Tomás, cuyo interior fue recogido por la cámara de José Contreras.