En 1887 el Ayuntamiento aprueba el «proyecto de ensanche del Paseo del Río (desde el Tívoli a la caseta del Guarda), próximo a la Bella Flor», que sería conocido como el Paseo de las Delicias y obra del arquitecto Francisco Aurelio Alvarez. En 1909, el maestro de obras Rafael López traza la primera alineación de La Palmera, ante la demanda de nuevas construcciones en la Venta de la Victoria. Esta intervención, que contaba con arrecifes, farolas y bancos, se encontraba entre el Camino de Tablada y la prolongación sur del Paseo del Río, que partía de San Telmo.
A pesar de todo, los proyectos de esta avenida continuarán en 1911, en que Juan Talavera Heredia retrocede las aceras y deja una amplia extensión para vehículos y peatones; proyecto que en 1914 modifica, añadiendo rotondas y adoptando una sola vía de tráfico, y que en 1916 y 1917 respectivamente prolonga. Con todo ello se logró unir lo que se conocía como Paseo de la Palmera (desde el paso a nivel del Puerto), conectándolo con el Paseo de las Delicias, y la rotonda de la Palmera propiamente dicha, llamada así desde 1910, por el árbol que en ella estaba plantado.
En 1926 la Avenida que era conocida como de la Reina Victoria desde 1920, o simplemente de la Victoria (actualmente y desde 1980 de nuevo Avenida de la Palmera), fue objeto del Plan de Obra Conexas a la E.I.A., corriendo ésta a cargo del arquitecto municipal Leopoldo Carrera. En 1928 y 1929 se completaron, por Carrera, Antonio Arévalo, las conexiones de dicha Avenida.
Volviendo a la glorieta, pasó a llamarse desde ese mismo año de 1926 glorieta de Plus Ultra, en relación al éxito del avión que cruzara el Atlántico.
En este orden de cosas y teniendo en consideración la necesidad de urbanizar ese límite de la ciudad, el Ayuntamiento encarga al escultor José Lafita Díaz en 1928, que ornamentara ese espacio transicional con una farola monumental, que el autor soluciona con un Pedestal de mármol gris y un candelabro de hierro. Dicha farola estuvo allí desde 1929 hasta que en 1972, se ubicó en la Avenida de Malaga.
El pedestal se componía de escalón (que se suprimió en su traslado), plinto, cuerpo central y cornisa octogonales; un segundo cuerpo decreciente de contorno estrangulado, y un remate de silueta bulbosa afectada, de acuerdo con el octógono que prolonga desde su base. Adosado a él, un gran candelabro de hierro fundido con cinco canales de luz, cuatro en cada una de las direcciones del espacio y uno en extremo superior.